Me encontraba preparando material para mi próxima capacitación de Inteligencia Emocional, y justo cuando busco imágenes sobre la relación corazón y cerebro, me encuentro con una serie de imágenes, pero ésta específicamente, se identificó conmigo y me hizo saltar para escribir éste artículo.
Como sabemos estamos viviendo en la era de la información, la tecnología se ha convertido de una gran ayuda para la humanidad, sin embargo, si no se sabe gestionar su uso, podemos llegar a sufrir de TECNOFILIA si, se basa en una obsesión a la tecnología incluso podemos decir que esta es una adicción en donde, al igual que las drogas, si no se está con un objeto tecnológico, ya sea con conexión a Internet o simplemente con el teléfono móvil o celular, genera trastornos muy parecidos a cuando las personas están consumiendo alguna "sustancia ilícita", que es la dependencia y lleva a tener consecuencias graves, como; Obesidad, disminución del rendimiento académico y de la atención, aumento de los conflictos sociales y familiares, deterioro de la comunicación, aislamiento o abandono de las responsabilidades, entre otras. también podemos hablar de FOMO que no es otra cosa que la adicción a las redes sociales y el teléfono móvil. ésta nueva fobia, los psicólogos ya le han puesto nombre, Fomo y es el miedo que tenemos a no enterarnos de todo lo que pasa.
También hay otros efectos con el manejo de las redes sociales, específicamente el WhatsApp, una red que es la que más se usa para comunicarse con nuestros contactos, así como cuando se inventó el teléfono, se levantaba y se llamaba, si no contestaban, simplemente no pasaba nada se repetía la llamada en otro momento, pero ¿Qué ocurre cuando vemos “En linea” o que nuestro mensaje tenga el “doble check”, ¡Oh si! otro síndrome, nos desesperamos porque no hay respuesta, sin saber lo que causa el hecho que se vea la última hora de conexión, pues bien, muchos han dejado de vivir por estar metidos de cabeza en las redes sociales.
De alguna manera el estar lejos de casa, estos medios son un aliado, pero debemos ser responsables con su uso, casualmente cuando salgo, y debo tomar alguna unidad de transporte, noto como cada persona que se encuentra a mi alrededor están sumergidos en sus smartphone, recuerdo mis primeros meses en Perú, viví en un Distrito llamado Sayan, y como muchos venezolanos, mi primer trabajo fue de azafata de un chifa, y era increíble como llegaban personas a comer en compañía, sin embargo, esa compañía era relativa, porque cada uno tomaba su móvil y se ponía a revisar sus redes o las de sus seguidores, sin contar que a los más pequeños de la casa, les llevaban con un juego electrónico, entonces, aquel momento de “COMPARTIR” era algo alejado a la realidad, ¿Dónde quedaron las conversaciones face to face? ¿Dónde quedaron los días de compartir y pasarla bien? porque hasta en las fiestas, reuniones, un simple café se han convertido en algo de cuentos de hadas, cómo permitimos que algo tan importante y útil, se convierta en un distractor de la vida virtual y la real.
¿Será que nos controlan la vida? No podemos permitir que nos controlen la vida, así como debemos aprender a gestionar nuestras emociones, debemos tomar el control y gestionar el uso razonable de la tecnología, o en éste caso, tomar el control de tu vida real.
¿Cómo te sientes cuando no tienes respuesta de la persona al toque? si eres de esas personas que se siente mal, angustiada, ansiosa, desesperada porque no hay respuesta de inmediato, déjeme decirle que busque ayuda, usted tiene una adicción.
Las redes sociales han abierto todo un espectro de las comunicaciones que no conocíamos hasta su aparición. Hoy en día, es más común enviar un mensaje a una persona a través de Facebook u otra red social, que hablar por teléfono; también suele ser cada vez más recurrente que nos enteremos de noticias importantes de amigos y familiares a través de las redes sociales, y mas importante es para los que se encuentran a kilómetros de sus hogares.
Las redes sociales están modificando entonces la forma en la que nos comunicamos, pero también cómo vivimos. Si no es parte de tu trabajo diario el estar frente a los dispositivos tecnológicos, debes poner atención y buscar cambios de conducta que te ayudaran a liberarte un poco de la adicción a las redes sociales.
A continuación te dejo 6 pasos que puedan ayudar a gestionar y minimizar su uso y así poder volver a la VIDA REAL.
1. Date cuenta de que no las necesitas
Uno de los mitos que giran en torno al desarrollo y uso de las redes sociales es que tu trabajo sólo es reconocido cuando tus seguidores y amigos en las redes sociales te felicitan por él.
Mientras más alcance tenga una de tus publicaciones en cualquiera de estas redes sociales, mayores posibilidades tienes de éxito. De acuerdo con el profesor de Ciencias de la Computación de la Universidad de Georgetown, Cal Newport, esta creencia es falsa. Un buen trabajo es reconocido incluso si no publicas sobre él; un mal trabajo es ignorado, incluso si lo compartes en miles de publicaciones .
2. Contempla los beneficios de estar desconectado.
Desconectarse por muy poco tiempo de las redes sociales, no se va acabar el mundo además puede tener muchos beneficios, como lo hice y sigo haciendo: “ME DESCONECTO PARA CONECTARME CON LA VIDA”
3. Fija algunas reglas básicas.
Si trabajas en un sector que depende del uso de las redes sociales, lo más recomendable es que establezcas límites que satisfagan tus labores y tus intereses personales, es necesario que determinemos un momento del día para realizar las tareas que impliquen acceder a las redes sociales.
Si descubres que puedes producir la misma cantidad de ingresos con sólo pasar 2 o 3 horas al día en las redes sociales, en lugar de 10 o 12 horas al día, puedes establecer horarios de trabajo como para comunicarte con tus familiares, amigos que tienes a distancia, recuerda que ellos también tienen una vida y necesitan de tener esa misma paz, al reducir el tiempo de uso, ahora te pregunto: ¿En qué otra cosa puedes usar tu tiempo?
4. Borra las aplicaciones de tu celular
Para Newport, las aplicaciones que utilizan las redes sociales están diseñadas para ser fuertemente adictivas y más si estamos hablando de tu teléfono celular, que está a tu disposición las 24 horas del día. De acuerdo con el profesor de la Universidad de Georgetown, basta con eliminar las aplicaciones de las redes sociales de tu smartphone para descartar sucumbir a la tentación de revisarlas. Y si las utilizas para tu trabajo, recuerda que todavía podrás acceder a ellas desde tu computadora personal o estableciendo un horario laboral.
5. Hazlo poco a poco.
De acuerdo con The Fast Company, lo más probable es que tengas que abandonar gradualmente el uso recurrente que haces de las redes sociales.
En principio limita tu acceso a la red que más te quita tu atención a ciertos momentos del día: cada hora, cada dos horas. Poco a poco te darás cuenta de que te resulta menos necesario voltear a ver tu celular tan a menudo, hasta que dejes de ser esclavo de estas plataformas si no es con un objetivo específico: comunicarte con alguien más o llevar a cabo tareas encomendadas por tu empleador.
No olvides comunicarle tu decisión a la gente que te rodea para que se conviertan en un apoyo y no en un obstáculo.
6. Limita lo que hay en tu pantalla de inicio.
Mantén solo tu correo electrónico, mapas, calendario y cualquier otra cosa que uses diariamente al frente y en el centro de la pantalla. Coloca todas las demás aplicaciones, desde juegos hasta recetas, en carpetas o pásalas a la segunda o tercera pantalla. Si no las ves de inmediato, será menos probable que las uses.
Si ya lo intentaste todo y de plano no puedes alejarte ni siquiera por unos minutos de tu perfil de Facebook, instagram, tik tok etc., existen otras opciones, o simplemente BUSCA AYUDA.
Espero que ésta información les sea útil.
Recuerda, allá afuera hay un mundo que te espera. ¡vive! deja que tu cerebro hable por ti.
Maribel Zerpa
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